COMUNIDAD ZEN
Historias Reales que Inspiran

Mi principal objetivo al comenzar las clases de yoga fue aprender a buscar momentos para dedicarme a mi misma, compartir un nuevo hábito con amistades que me presentaron la práctica de yoga por primera vez .
También quería sanar de una lesión de la lumbar y aliviar el dolor que sentía a raíz de esa lesión. Atreverme a probar algo nuevo.

Con constancia, disciplina y mucha energía buena y recargante en cada clase, mis profesores me ayudaron a no dejar de moverme y cuidar de mi cuerpo siempre buscando un balance. Desde que comencé a entrenar en Zen mejoraron mucho mis hábitos al dormir.
Aprendi a escuchar a mi cuerpo permitiéndole que fuera avanzando y progresando a su propio ritmo, sin acelerarme.

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Mi objetivo principal era hacer otras actividades que me ayudaran a seguir fortaleciendo mis músculos de una forma controlada, ejercicios de bajo impacto. Siempre me ha gustado hacer ejercicios, pero venía de 5 años de no poder hacer nada debido a problemas en la cervical.  Tuve una operación menor e inicie fisioterapia, junto con natación y luego pilates.

Luego de un año con esas dos disciplinas, quería ¡más! Comencé a ver opciones y me recomendaron Animal Flow. Quedé emocionado y no dudé en inscribirme, así fue como llegué a Zen Panamá.

Al ver que podía con A.F. y que habían más clases, me dio curiosidad comenzar Yoga. desde la primera clase entendí que había llegado al lugar y práctica indicados. ¡Poco a poco fui sumando más clases hasta que literalmente voy todos los días, ¡más de una clase por día!

Otro objetivo que tenía, quizás de forma menos visible para mí mismo en ese momento, era conocer personas nuevas, hacer amigos, crear comunidad.

La energía que cada uno de mis profesores le mete a cada clase me ha ayudado a alcanzar estos objetivos. A veces me sorprendo, no he visto una sola clase donde sienta que algún profesor no lo esté dando su todo a la experiencia. Cada uno tiene técnicas y estilos diferentes, logro nutrirme de todos. Esto ocurre tanto dentro como fuera de las clases, es una verdadera comunidad.

En cuanto a los resultados más tangibles puedo decir que hoy día luego de más de año y medio de natación & pilates, y varios meses de las clases de Zen, he notado que hay un montón de músculos que están duros, muchos que de verdad nunca había podido fortalecer en el gimnasio. He visto muchas mejoras en mi movilidad, flexibilidad y elasticidad.

Me emociona mucho cada vez que puedo alcanzar un objetivo, yo mismo me los pongo; mejorar la alineación de una postura, alcanzar la suficiente flexibilidad para hacer otra postura, resistir más tiempo o aumentar la fuerza para lograr otra postura, etc. Así voy poco a poco y noto que luego de varias clases ¡lo logro! 

Pero el cambio global más significativo ha sido sentirme bien, feliz, pleno. Disfruto cada clase. Me gusta compartir con las personas que van a cada una, y con varios ya siento que hay amistad, incluso ya hasta soy un influencer jaja, con las fotos y videos que hago más de una persona se ha acercado a preguntarme sobre las clases, y varios se han animado a activarse y mejorar sus vidas.

Todos los profesores de Zen se caracterizan por su pasión y compromiso por lo que hacen. Aún cuando me ha tocado clases donde estoy solo, la energía no baja. Los recomendaría a todo el mundo! Hay clases para todo tipo de personas, necesidades, niveles, tiempo disponible. No importa si tienen lesiones, si no tienen experiencia, o algún objetivo muy específico, realmente las clases y profesores se adaptan al grupo/persona.

Algunos otros detalles importantes de Zen Panamá:
• Siempre hay parking, eso me llamó la atención, antes de empezar pensaba, de seguro es un lío para conseguir donde dejar el carro. Por suerte no es el caso, tienen muchos espacios.
• Pet Friendly.
• Baños muy limpios.
• Siempre he sentido una buena vibra en el ambiente, desde que uno llega hasta que se va, todo se siente relajado, bien.
• Buena ubicación.
• Amplia variedad de horarios.